Titular esta reseña me ha resultado difícil porque, aunque son muchas las palabras que se pueden utilizar para calificar una partida que te ha encantado, en este caso no encontraba ninguna que reflejara fielmente lo que me parece Sagarmatha. ¿Es una partida que mola? Sin duda, tanto la historia como las escenas con las que se desarrolla son muy divertidas y rebosan carisma. ¿Es original? Desde luego, me remito a la sinopsis que podréis encontrar en el Verkami de la misma. También es una partida muy hermosa, épica, pero, sobre todo, es única no sólo por su argumento, no sólo por lo que pasa durante la narración sino, sobre todo, por lo que transmite.
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He de confesar que, antes de jugarla, la premisa de la partida (las aventuras y desventuras de un grupo de escaladores contadas a través de un programa de televisión) no me parecía especialmente atrayente aunque sabiendo que la dirigía Ignacio y qué él había sido el autor sabía que no decepcionaría pero, a medida que se sucedían las sesiones, Sagarmatha me fue enganchando cada vez más hasta llegar a un final simplemente magnífico.
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No puedo extenderme mucho en los pormenores de la partida para no hacer spoilers pero sí puedo hablar de su elemento principal, lo que transmite ( y no sólo a mí sino a los demás jugadores con los que tuve la suerte de compartir mesa y a otros grupos que la han catado). En Sagarmatha es muy fácil meterte en el papel de cualquiera de los personajes pregenerados que se incluyen, no sólo por las acertadas escenas personales del inicio, sencillas pero a la vez divertidas e interesantes, rol en estado puro que te permite ir orientando el carácter que le vas a querer dar a tu pj sino porque, una vez se terminan esas escenas y empieza la partida propiamente dicha nunca te abandona la sensación de que se está narrando una parte importante de la historia de tu personaje, lleves el que lleves, que no eres un simple espectador que ve como le narran una partida interesante mientras tú vas tirando para adelante a base de dados y diálogos, no, es una partida en la que los pj van evolucionando, en la dirección que quieras, a la vez que la historia avanza. A falta de una palabra mejor diré que es una partida que se siente viva de principio a fin.
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Si jugar a Sagarmatha es escalar una montaña esta escalada se disfruta a cada paso, en ningún momento se siente la necesidad de acelerar para llegar a la cima cuanto antes, cumplir el objetivo de la misión de turno y recibir la recompensa por ello. Cada paso, cada metro que se avanza, se disfruta enormemente y cuando se llega a la cima y se contemplan no sólo las excelentes vistas sino todo lo que se ha hecho para llegar hasta ahí… de nuevo los dichosos spoilers me impiden ser más concreto pero solo diré que en la cima se encuentra un final redondo, inesperado y único, no sólo por lo que se cuenta en ese final sino por lo que supone para cada pj.
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En definitiva, Sagarmatha es muchas cosas y, entre ellas, es una partida que no puedo dejar de recomendar a los que les guste el rol con mayúsculas, tiene acción, tiene una narrativa potente, un ritmo calibrado al milímetro y tiene más cosas, ocultas por la omnipresente amenaza de spoilers pero que merece la pena (y mucho) descubrir. Es además una partida que se adapta como un guante a muchos tipos de mesa de juego, a muchos tipos de jugadores y directores y, por resumir, una que os invito a no dejar escapar. En esta montaña este rolero con muchas historias jugadas y dirigidas a sus espaldas, muchos misterios resueltos con mayor o menor acierto y también muchos dungeons recorridos encontró una experiencia inigualable que creo que nadie debería perderse.
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Un saludo y respetad la montaña!