Fabula Ultima: Sesión Cero. El imperio de Tartarus

Las antiguas leyendas de Terra cuentan que el mundo una vez tuvo una gran luna verde que iluminaba las noches y recibía las plegarias de sus habitantes. Pero hace más de mil años, la luna se fragmentó y cayó sobre el planeta. La catástrofe destruyó la civilización, obligando a los pocos supervivientes a refugiarse bajo tierra durante dos generaciones. Cuando la superficie se volvió habitable, no quedaba rastro del antiguo mundo. O al menos, eso dicen las historias.

Al noroeste del vasto continente de Ukanta, un conjunto de tres grandes islas selváticas conforma el imperio de Tartarus. Esta nación, gobernada con puño de hierro por la inmortal emperatriz Quetzali, evoca una cultura que recuerda a los aztecas de otro mundo, pero como si su desarrollo hubiera continuado por siglos.

Hace 500 años, nació una niña con tres tatuajes mágicos que le otorgaron un poder inimaginable. Al crecer, se proclamó diosa viviente y, durante más de un siglo, conquistó todas las islas, estableciendo el imperio de Tartarus.

Quetzali

¿Tatuajes mágicos? Aproximadamente una de cada cien personas nace con un tatuaje que les permite canalizar magia. Se cree que este fenómeno está relacionado con la herencia, ya que las familias nobles suelen contar con más usuarios mágicos. Sin embargo, solo una persona en la historia ha nacido con más de un tatuaje: Quetzali.

El imperio es un lugar donde la voz de la emperatriz es ley absoluta. La sociedad de Tartarus se divide en cuatro clases: los nobles (pipiltin), el pueblo común (macehualtin), los comerciantes (pochtecas) y los esclavos (tlacotin). Los sacerdotes, nobles al servicio directo de Quetzali, supervisan la religión oficial: la adoración de la diosa emperatriz.

Aunque los planes del imperio han estado centrados en expandirse por el continente, todo cambió con la aparición de una nueva raza de humanoides apodados «demonios». Estos seres, llegados desde las tierras del este, han diezmado y esclavizado a las poblaciones locales, estableciendo lo que ahora llaman el imperio de Acheron.

Los demonios son un grupo heterogéneo de razas con variadas formas, tamaños y colores, pero comparten dos características: orejas puntiagudas y la capacidad de usar magia.

Como en toda tiranía, existen quienes se oponen al régimen. A lo largo de la historia, ningún intento de rebelión ha estado cerca de derrocar a Quetzali, ya que cualquier amenaza es brutalmente aplastada. Sin embargo, aprovechando que el imperio desvía recursos para combatir a los demonios, ha surgido un nuevo grupo de insurgentes: los Teomictos. Aunque han logrado más victorias que cualquier otro movimiento rebelde, su brutalidad y el alto costo en vidas inocentes les han ganado el desprecio de muchos, que los consideran aún peores que el régimen imperial.

Esta es Terra y el Imperio de Tartarus. Un mundo donde el agua es violácea y los zigurats flotan en el cielo. La gran selva cubre las islas, dejando apenas visibles las cimas de las pirámides de las ciudades. En este entorno inhóspito, los habitantes enfrentan constantes peligros.

La historia comienza con un grupo de futuros héroes. Unidos bajo el liderazgo de Citlalli, una noble de la capital imperial, Teohuacan, todos trabajan para ella. Aunque no simpatiza con la emperatriz, Citlalli mantiene sus opiniones en secreto. Su verdadera pasión es la arqueología y el estudio del magitech. Recientemente, ha encontrado unas ruinas que contienen artefactos destruidos y grabados en un idioma desconocido.

El grupo incluye:

• Tezcalipoca: su guardaespaldas personal.
• Kaede: un soldado del continente que huyó al imperio escapando de los demonios y se puso al servicio de Citlalli.
• Queltz: un ingeniero imperial experto en alquimia, quien dejó su puesto para seguir trabajando bajo el mecenazgo de Citlalli.
• Yuma: un soldado caído en desgracia que encontró en Citlalli una nueva oportunidad.
• Itzel: responsable de las exploraciones y expediciones de la casa, quien organiza incursiones en la espesura selvática.

Juntos, este grupo está destinado a emprender una búsqueda que sacudirá los cimientos de la civilización.

Los héroes

Foto de las relaciones de los pjs y pnjs