Este diciembre de 2019 estamos de celebración en el club Dragom. ¡Cumplimos 25 añazos, que se dice pronto! Y seguro que todos los que vais a leer esto sabéis la cantidad de buenos momentos que se pueden vivir en una mesa de juego a lo largo de un cuarto de siglo.
No soy el más indicado para hablar de los inicios del club, y eso que me pillaba cerca (estaba al lado de mi colegio). Ni siquiera sé por qué se llama Dragom en lugar de Dragón (que yo sepa, ninguno de los socios actuales lo sabe). La primera vez que oí hablar del club fue cuando tenía 16 años y empezaba a tirar mis primeros dados. Empezamos con AD&D en el sótano de nuestro amigo Juan, y a veces venía a dirigirnos el Migue, mayor que nosotros y socio del club. Nos hablaba a veces de las partidas que jugaban allí, y siempre venía con unos mapas chulísimos hechos a mano por él mismo. Yo siempre intentaba imitar esos mapas, ¡y parece que sigo igual!
Por aquel entonces el club Dragom se encargaba de organizar las jornadas de Rol en IFECA, antes de que el Salón Manga les acabara quitando el terreno. En aquel recinto tan grande las mesas siempre quedaban algo perdidas, pero las veces que pude ir con mis amigos viví grandes momentos. Recuerdo una ocasión en la que tres mesas distintas compitieron a la hora de recorrer una mazmorra, con los másters hablando todo el rato entre ellos y consultando un mapa enorme para ver por dónde iba cada uno. ¡El tipo de cosas que solo se te ocurren con menos de 20 años!
Por cierto, mi personaje acabó cortándose una pierna él solo, así que supongo que estábamos jugando a Rolemaster.
Fue años más tarde, tras conseguir trabajo en Jerez, cuando volví a entrar en contacto con el club. Mi viejo grupo de Jerez estaba desperdigado, y el que había hecho en Granada estaba repartido por toda Andalucía. Fue gracias a Juan Carmona, que por entonces estaba en la desaparecida Nostromo de Jerez, el que me ayudó a entrar en contacto con ellos para apuntarme (esto era antes de que el club tuviera redes sociales). No me voy a poner a relatar todo lo que he hecho en el club (descubrir a Godfrey Ho, sobrevivir a Las Máscaras de Nyarlathotep contra todo pronóstico, fallar una cantidad de tiradas alarmante… ), porque seguro que más de uno puede contar anécdotas similares. Para mí el club es sinónimo de rol y de diversión. Es el sitio en el que se puede desconectar del trabajo y juntarse con gente que tiene las mismas aficiones. Y estos últimos años le hemos dado un buen lavado de cara, con un nuevo local, nuevas actividades más constantes, jornadas de puertas abiertas un par de veces al año y un buen puñado de nuevos socios. ¡Ojalá dentro de 25 años el club siga con tan buena salud como ahora!
Para celebrar esta fecha tan señalada hemos organizado un montón de actividades abiertas a todos los públicos. ¡Atentos!
El domingo 1 de diciembre celebramos el día del autor, con presentaciones de dos grandes juegos:
Por un lado tuvimos la presentación de Medieval Realms, el juego de tablero de Lost Games, una editorial de Jerez. Este juego se financió por Kickstarter a principios de año para varios idiomas y ya lo tienen los mecenas en sus manos. El juego está diseñado por Carlos Michán, y cuenta con el arte de Fran Fernández y Daniel Rosa. Es un worker placement con cierto componente de batallas, y es un juegazo en toda regla. Me consta que más de uno de los asistentes se lo acabó comprando, ¿verdad, Nely?
Por otro lado pudimos contar también con la presentación de Thien Hia, el juego de rol que nos va a traer Suseya Ediciones (o La Mazmorra), de mano de su creador Salvador Jiménez (Buda). El juego es una pasada, y ya estamos deseando que la editorial termine sus últimos retoques y lo tengamos por fin en nuestras manos.
Vale, esto puede que os pille tarde, ¡pero no temáis! Todavía quedan muchas actividades por delante.
El domingo 8 de diciembre tenemos nuestro primer Remember the 25th. En este día aprovecharemos para desempolvar grandes clásicos de la estantería y rememorar aquellas grandes partidas de antaño. Este domingo se podrá disfrutar de una partida de Stormbringer, el juego de rol basado en los libros de Michael Moorcock, y también se sacarán las cajas del Cruzada Estelar, el Heroquest y muchos otros clásicos de mesa.
Por cierto, ya quisiera el Heroquest haber celebrado el 25 aniversario tan bien como nosotros…
El domingo 15 de diciembre celebramos Life on Mars con un torneo de Terraforming Mars, el juego que nos ha traído a España Maldito Games y que ha causado furor en el club. ¡Tanto que ya contamos con varias copias para poder cubrir la demanda!
El domingo 22 de diciembre tenemos el segundo Remember the 25th, con la partida La Torre para el juego de rol El Señor de los Anillos (¡que levanten la mano los que la hayan jugado!). También habrá un torneo de Battletech y muchos otros juegos clásicos.
Y como colofón final, tanto al aniversario como al 2019 que ya se acaba, celebraremos las jornadas 25 aniversario, que abarcarán desde el jueves 26 hasta el domingo 29, con partidas de rol, de juegos de mesa, de miniaturas, con más presentaciones de juegos, sorteos de muchísimo material gracias a la colaboración de muchísimas editoriales, y mucho más. También celebraremos nuestra habitual cena de Navidad en estas fechas, pero ahí solo podremos ir los socios, ¡que si no seremos demasiados!
Como veis hay un montón de oportunidades de pasarse a echar un buen rato, así que si estáis por Jerez o cerca, ya sabéis a dónde ir. Recordad que podréis enteraros de estas y muchas otras actividades en el blog del club Dragom, o en sus páginas de Facebook, Instagram y Twitter.
Y sin más, os dejo con algunas fotos de las actividades del pasado domingo, llenas de gente guapa.
Este pedazo de artículo fue escrito por Jorge Carrero, socio del club, para el blog Tapadera Vineyard y reproducido aquí con su permiso
Jorge, esta noche en la cena, si aun no la conoces, te contaré de primera mano el origen del nombre del club… pero es un «secreto» solo apto para socios jajajajajaja. Solo te diré que nos pasamos años diciendo a organizadores y patrocinadores: » Es Drago»m» con M al final»
Ja ja ja, que recuerdos!!! En fin Pilarín… Un codazo Pedro.